Para profundizar con respecto a esta especialidad médica y poder responder a qué se dedica un traumatólogo recurriremos a la etimología de esta palabra, que proviene del latín científico trauma(t)- τραῦ-μα/-ματος gr. ‘herida’ + -o- gr. + -logíā -λογία gr ‘estudio’.
Es decir, la traumatología se dedica al tratamiento de lesiones congénitas o adquiridas a lo largo de la vida, de los huesos, músculos, articulaciones y tendones. ¿Para qué sirve un traumatólogo? Para llevar a cabo una evaluación y, en ciertos casos, llevar a cabo el procedimiento quirúrgico si es que el paciente requiere una operación.
A manera de prevención, se recomienda realizar una evaluación previa de un traumatólogo, sea por iniciar la práctica de algún deporte o por llevar a cabo alguna práctica de exigencia física regular.
Sin embargo, se debe acudir a él ante la presencia de cualquier molestia o dolor de huesos, sea éste articular o muscular, y por dolor espontáneo o sobreuso.
En general, las patologías de este tipo que son más comunes son:
Para realizar ciertas actividades, todos necesitamos que el sistema músculo esquelético -especialmente las articulaciones, extremidaddes y columna vertebral- cuente con una salud adecuada. Sin embargo, ¿con quién acudir en caso de lesiones o accidentes?
Si bien, no es lo mismo traumatólogo y ortopedista, debido a que ambas especialidades suelen confundirse, lo más conveniente es definir a qué se dedica un traumatólogo y a qué se dedica un ortopedista, según el tipo de lesión.
Los traumatólogos se enfocan sobre todo en la evaluación, análisis e intervención en lesiones derivadas de traumatismos -por ejemplo, lesiones en los huesos, lesiones articulares y tendinosas, contusiones en los músculos y luxaciones- y golpes de alto impacto en las extremidades, la columna o pelvis a raíz de golpes, caídas, accidentes, esguinces y fracturas, entre otros.
Tras definir las causas y las repercusiones que tendrá en cuanto a movimiento, flexibilidad y resistencia, así como los exámenes necesarios para una imagen clara de la lesión, los especialistas determinan un programa de rehabilitación orientado a restablecer el área lesionada.
En estos casos, el trabajo de los ortopedistas es realizar un diagnóstico y plan de tratamiento a partir de medicamentos, ejercicios, terapia física o cirugía, especializándose en partes del cuerpo como el pie, la mano, el hombro, la columna, cadera y rodillas.
Hoy en día, además de las fracturas, en el consultorio se ven también otro tipo de dolores atraumáticos.
Estos se definen como aquellos que no causan daño o lesión, y que, por otro lado, sí representan un proceso incapacitante para el paciente.
Por ejemplo, un dolor de rodilla o de cadera; el primero, si es interno, ocasionado por rotura de menisco o artrosis y el segundo, a causa de inflamación o a la rotura de tendones del manguito rotador.
En otros casos, como la osteoporosis -que produce un gran número de fracturas de cadera en personas mayores- visitar a un traumatólogo es una buena primera opción puesto que se requiere una intervención para poder devolver la movilidad al paciente, ya sea a través de una prótesis de rodilla, cadera un hombro o a través de cirugías mini invasivas.
Incluso si de pronto existe un dolor de rodilla o tobillo sin alguna razón aparente, este profesional realizará la exploración y pruebas necesarias como radiografías o ecografías para darte un diagnóstico preciso y enfocar mejor tu tratamiento.
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